Centralidad de la persona.
La persona es un ser único en sus relaciones fundamentales, familia y sociedad, y no puede ser reducida a una categoría sociológica o a la situación en la que vive (pobreza, enfermedad, discapacidad y guerra). Es entender y compartir sus necesidades, su sentido de la vida y conmoverse por su destino.
Partir de lo positivo
Cada persona y cada comunidad, pese a sus necesidades, representa una riqueza. Significa valorar el tejido social y el conjunto de las experiencias que constituyen el patrimonio de su vida. Partir de lo positivo es que cada persona entienda su propio valor, su dignidad y asuma sus responsabilidades.
Hacer con
Consiste en el trabajo junto a las personas, que parte y se construye de la relación con ellas. Toda realidad es una riqueza que aprovechar.
Subsidiaridad
Es reconocer y fortalecer la constitución de un tejido social que promueve la participación, la corresponsabilidad, la asociatividad y el desarrollo empresarial sostenidos en el tiempo.
Cooperación
La cooperación permite crear sinergias y optimizar el uso de los recursos. Es concretar una verdadera alianza entre todas las entidades presentes, públicas y privadas, locales o internacionales.
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